Microsoft ha presentado su buque insignia. El Surface Studio.
El equipo es un todo-en-uno, similar al iMac de Apple en concepto, pero que hace palidecer (más aún) a éste último ya que la superioridad del Surface Studio es tan evidente que le proporciona unas posibilidades inmensas.
El Surface Studio es un dispositivo cuidadosamente diseñado de una forma minimalista con líneas limpias y un tamaño muy ajustado para ser una pantalla de 28″.
La pantalla es de 28″, táctil, como toda la familia Surface y cuenta con una resolución de 13,5 millones de pixels, un 60% más que una pantalla 4K.
En la base del Surface es donde realmente está el equipo, gobernado por microprocesador Intel Core i7 y donde encontraremos los puertos de conexión.
Lo mejor viene con la usabilidad. La pantalla se reclina como un paralex, para poder trabajar directamente sobre ella, con el stylus propio de la Surface, que como sabemos controla incluso la sensibilidad a la presión.
Además hay otro complemento nuevo llamado Surface Dial, que es el compañero ideal del stylus y que proporciona a los creadores una experiencia de uso realmente buena. Su funcionamiento es muy intuitivo. Te permite usar un objeto físico, que transmite, mediante el tacto, para moverte por menús y opciones. Además si lo apoyas en la misma pantalla, ésta lo reconoce, desplegando menús a su alrededor de una forma totalmente mágica.
Resumiendo. Microsoft ha creado un equipo increíblemente inspirador, que va ampliando la gama Surface y que va a ser un referente en cuanto a diseño. El precio es alto, que duda cabe, pero el resultado merece bien la pena.